Apoyo a las redes asistenciales de los desplazados por el conflicto del lago Chad en Nigeria
Inversión del proyecto
5M€.
Objetivo
Aumentar los ingresos de las personas desplazadas en los campos de refugiados de Abuya.
Apoyo a las redes asistenciales de los desplazados por el conflicto del lago Chad en Nigeria
África Occidental es una de las zonas con mayor pobreza extrema y vulnerabilidad alimentaria del mundo. La AECID ha financiado el Programa Regional de Apoyo a las Redes de Seguridad Comunitaria de África Occidental (PRAFNSS) con 5M€, destinados a 19 proyectos de refuerzo de la seguridad alimentaria en los estados miembros. La iniciativa se llevó a cabo a través de la Agencia Regional para la Agricultura y la Alimentación (ARAA) de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
Nigeria sufre una de las situaciones más comprometidas de la región, debido al conflicto armado del Lago Chad provocado por el grupo terrorista Boko Haram. Más de dos millones de personas han abandonado sus hogares para refugiarse en otras zonas más seguras del país. Hay familias que, tras varios años esperando una solución a esta situación bélica, se han asentado en los campos de desplazados de Abuya, capital del país. La Cooperación Española ha colaborado en uno de los proyectos de la ARAA, dirigido al aumento de los ingresos de 300 familias refugiadas. La mayor parte de los desplazados vive en condiciones de extrema pobreza, en asentamientos muy precarios; son asistidos por programas gubernamentales y muy pocos han desarrollado alguna actividad económica.
Con el apoyo de la Asociación de Comerciantes de Nigeria (NANTS), se ha facilitado el acceso de 307 personas (200 hombres y 107 mujeres), de los Campos de Durumi y Kuje, a tierras de cultivo de maíz y cacahuete, que después son vendidos a través de las cadenas de comercialización de esta entidad.
El proyecto sirvió para regular las bases de la negociación con las comunidades para acceder a las tierras, suministrar insumos (herramientas, semillas, fertilizantes…) y formar a los productores en materia agraria. El resultado ha permitido aumentar significativamente la productividad e incrementar los ingresos de las familias (unos 50 €). Además, ha logrado colocar un mejor precio de venta de los productos obtenidos y, por tanto, una mayor capacidad de producción para el futuro.