AMÉRICA DEL SUR
Prioridades
Principales líneas de actuación
Los países de América del Sur han experimentado un importante desarrollo en los últimos años, aunque queda por resolver la marcada desigualdad social, los insuficientes servicios públicos de calidad y el acceso incompleto a los derechos de las mujeres.
La AECID enfocó en 2019 su eje de actuación en estos territorios a tres líneas fundamentales: el fortalecimiento de los estados para ofrecer mejores servicios a los ciudadanos, el apoyo al incremento de la productividad y la diversificación de sus potenciales económicos y una especial atención a los sectores sociales más desfavorecidos.
Destaca la intervención realizada en Colombia, mediante una alianza público-privada para el “Desarrollo de mercados de café inclusivos y de alto valor”, en el que se primó a 400 cultivadoras de café vulnerables. La Cooperación Española, además, mantuvo su trabajo en defensa de la paz en este país.
La Agencia cooperó con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y la Defensoría del Pueblo de Perú en diversas acciones encaminadas a promover “el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y discriminación basada en el género”. También renovó su participación en el “Proyecto de Irrigación Tecnificada en Ecuador” para el aumento de ingresos de los pequeños agricultores y el desarrollo productivo y la gestión eficiente del suelo en el país andino. Mientras que, en Paraguay, ejecutó una “Incubadora de empresas para generar oportunidades económicas con enfoque en jóvenes, mujeres y población vulnerable”, dirigida a sectores sociales con mayores dificultades de inserción laboral, con el fin último de generar nuevos focos de desarrollo empresarial.
Programas regionales
La AECID mantuvo durante 2019 diferentes iniciativas promovidas en esta región.
Con el Programa Indígena respaldó a los pueblos originarios en el acceso efectivo de sus derechos, con especial atención a la intervención de las mujeres en sus comunidades y en los sistemas políticos. Es el caso de la iniciativa denominada “Promoción de la participación política de las mujeres en el departamento del Chocó (Colombia)”.
Otra de las líneas de trabajo de la AECID, el Programa Afrodescendientes, siguió contribuyendo al reconocimiento de los derechos de las poblaciones afrodescendientes, amparando su protección y el respeto a su identidad étnica. Es el caso de la iniciativa “Generación de una política pública y de estado para la inclusión de la historia y los aportes de los afrodescendientes en el currículo educativo panameño” que recurre a la educación formal..
El Programa Escuelas Taller, un clásico de la Cooperación Española, consiste en el fortalecimiento de la cohesión social, mediante la inserción laboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad a través de formación profesional con programas como el que presta “Apoyo a la construcción sostenible a través de la Escuela Taller de Manabí y el fortalecimiento de la construcción con Bambú” en Ecuador.
La Cooperación Triangular relaciona a España con sus socios tradicionales de forma horizontal, aunando esfuerzos por igual. Pero también permite la alianza con los Países de Cooperación Avanzada, convirtiéndolos en socios a todos los niveles. La Cooperación Española, junto a sus colaboradores en la zona, puso en marcha proyectos centrados en el desarrollo humano, social y técnico de sus beneficiarios. Así, gracias a las aportaciones de la CE, ha conseguido que países receptores de Ayuda Oficial al Desarrollo adopten el rol de donantes, compartiendo capacidades técnicas y dirigiendo proyectos de cooperación. Una muestra de esta fórmula de colaboración es el proyecto entre España, República Dominicana, El Salvador y Costa Rica de “Apoyo a los Sistemas de Compras Públicas Nacionales de El Salvador y Costa Rica con inclusión de sectores clave”.
La AECID enfocó su actuación a tres líneas: el fortalecimiento de los estados para ofrecer mejores servicios a los ciudadanos, el incremento de su potencial económico y la atención a los sectores sociales más desfavorecidos